Champú

Champú… ¡Como me gusta esta palabra! Champú… Decirla todos en voz alta. ¡¡¡Champú!!! ¿A que es graciosa?...

Todos sabemos lo que es el Champú. El Champú, es esa cosa que echamos al pelo para dejarlo limpio y que pica un montón en los ojos. Pero… ¿a que Champú podría ser el nombre de un grupo musical infantil? O mejor, el nombre de una mascota. ¡Ven aquí Champú! ¡Dame la patita!...

Champús hay muchos, pero cada cual tiene su preferido. Los hay de hierbas, de camomila, con acondicionador, de ‘no-se-que’ y de ‘vete-tu-a-saber-que’. Pero cuidado, que incluso los hay con aroma. Que no os pase como a mí y luego os huela el pelo a manzana...

En los supermercados, el pasillo de los Champús es el mejor. Más que un pasillo parece un museo del Champú, una pasarela, una feria de la higiene capilar. Y sus frascos ¡qué!... los hay pequeños, grandes, gigantes y de formas imposibles. Pero también los hay de todos los colores: azules, verdes, blancos, rojos… todo un arcoiris capilar. Ays… me pasaría la tarde en el pasillo de los Champús y no solo por la morenaza que hay en él ;)

Para terminar, un secreto. Cuidado con nombrar al Champú en vano. Las leyendas cuentan que si dices en voz alta la palabra Champú, tres veces seguidas, se aparece el mismísimo Vidal Sasson… Y no hay situación más desagradable, que la de un tío mirándote mientras estas enjabonado en la ducha…

¿A que nunca volveréis a mirar igual un frasco de Champú?

C´est la vie

Me gusta, lo reconozco. Pasa de mí, lo sé. Me engañé, me ilusioné… yo soy así. Y por eso ahora estoy jodido. Pero lo que peor llevo es que casi ni me habla ni me mira, no sé el porqué.

Últimamente nos hemos visto casi a diario. Quizás ese sea el problema. Una vez me contó como le había cogido manía a uno, de repente, sin motivo. ¿Será esto lo que sucede?... espero que no. Al menos querría conservar su amistad. Aunque hoy dudo de si alguna vez la tuve…

Si lo pienso, la culpa es mía. De haberme quedado pillado por un culo ya la habría olvidado. Pero tuve que hacerlo de unos ojos bonitos, de los que incluso escribí. Pero bueno… si algo soy es tonto…

Esto no se lo he contado a nadie. Y si lo hago aquí es porque sé que no lo leerá. De todas formas, ¡Ya vale de lloriquear! ¡Me obligo a sonreír!. Este será mi último post moñas. El próximo será 100% de los míos o no habrá próximo…

Soy ...

Soy el que ni olvida ni perdona,
al que no le gusta el whisky.
Aquel que te llama imbécil a la cara.
El que rápido se ilusiona.

Soy el del CI de 125,
al que le pierden los ojos azules.
Ese tonto que da todo por nada,
quien no soporta usar zapatos.

Soy el que quisiera ser insensible.
Al que si le miras los ojos, veras sus pensamientos.

... soy el que ha decidido rendirse ...
... soy un cúmulo de defectos ...

De mi puño y letra

Más que dolido, herido

No comments, please.

2 en 1

¿Por qué contar una historia pudiendo contar dos? Y... ¿Por qué contar una tras otra, pudiendo mezclarlas?...

¡Pero Joe! ¿Estas seguro que hacemos lo correcto? La mañana era fría, muy fría. Pues claro. ¿Qué puede salir mal? Toma, esta para ti. Él la esperaba sentado al sol, masticando chicle. ¡Joder Joe! Quedamos en que nada de armas. Puntual como siempre llegó ella… estaba preciosa. ¡No seas estúpido Bill! ¿Acaso crees que nos lo darán con solo pedirlo?. Se besaron, enlazaron sus manos y pasearon. Ya sé que no, pero… Ambos formaban una estampa idílica. ¡Pero nada! ¡Vamos Ostias! Amor y deseo podrían ser sus nombres.

¡Joder Joe, eres un maleducado!... Desde el primer día que la vio, supo que su destino era estar juntos. Joe, Joe, Joe, deja de repetir mi nombre, me lo vas a gastar. Sintió que sus almas se complementaban y que su vida solo seria plena estando junto a ella. Cuando te pones así no hay quien te aguante Joe… Juntos habían pasado muchas cosas. Siempre apoyándose el uno al otro. ¡Quizás sino me llevaras siempre la contraria…! Buenos y malos momentos. Sonrisas y lágrimas. Pero su amor siempre les hizo avanzar. ¿Quién yo? Pero si siempre hacemos todo como dices. ¡Nunca escuchas Joe! Ella no era la primera novia que él tenia.

Si quieres que te escuche, no digas tonterías Bill. Pero sí era la más especial. Personalidad, belleza, inteligencia… lo tenía todo. ¿Me estas llamando tonto? Nunca había conocido a otra tan maravillosa. Y por ello daba gracias a diario. Vaya… perdona… olvidé tus cinco premios Nobel. Él, había decidido pedirle matrimonio. Y se lo iba a decir aquel mismo día. ¡No te rías de mi Joe, te lo advierto! Robert, tengo que decirte algo. ¿Tu me adviertes a mi?... Payaso. ¡Eres un payaso Bill! Dime preciosa mía. ¿Yo un payaso? ¿Y tú que eres? No eres más que un vulgar ratero, un perdedor. Alguien que solo se siente mejor menospreciando a los demás... Ya no te quiero… ¡PAÑUN, PAÑUN, PAÑUN…! Hasta nunca Bill…

12 Manías

1.- Tengo dos cepillos de dientes. Uno es naranja y el otro azul. Cada día empleo uno de ellos. ¿Por qué? … Ni idea.

2.- No me gustan los números impares. Aunque tampoco tengo un odio especial por ellos. Si no me miran mal, no les muerdo.

3.- Siempre tengo mis cosas bien ordenadas. No llega a obsesión por que el desorden no me traumatiza, pero podría considerarse una manía.

4.- Mi mochila nunca, nunca, nunca, pesa. Y si tengo que dejar cosas en casa que vaya a necesitar, las dejo. ¡Sin más!

5.- No soporto las uñas pintadas de rojo, son mi kriptonita. Y como me toquen…

6.- Siempre remuevo el desayuno con una cucharilla de mango largo. Giro enérgicamente a la derecha y de repente, a la izquierda.

7.- Tengo manía a los bichos. ¡Que ascazo me dan! Todo bicho que entra en mi casa es vilmente aplastado.

8.- ¡No uso pijama! A la hora de dormir necesito libertad plena de movimientos. Con el pijama me siento cautivo de mi cama.

9.- Cuando acabo de usar un peine, siempre quito los pelos que quedan en él. No me gusta usar luego un peine con pelos, aunque sean míos.

10.- ¡Odio las sardinas! ¡Aborrezco su olor! Les tengo una manía descomunal... Es más, desde que mi padre hizo sardinas saladas con pimientos y tomate, estoy traumatizado. ¡Que horror! Solo las comí por no herir sus sentimientos, pues él creía que eran lo mejor del mundo. Desde entonces... no he vuelto a ser el mismo...

11.- En casa uso calzoncillos slip. Y para salir a la calle boxer. No sabría decir el porqué...

12.- Al quitarme las zapatillas no desabrocho los cordones. ¡Es tontería! ¡Para qué! La próxima vez que me las ponga los tendría que volver a atar. Así que porqué desatarlos.

El Bosco

Hoy os voy a presentar al magnífico pintor holandés Jeroen van Aeken, más conocido como El Bosco. Mi pintor preferido sin lugar a dudas. Jeroen, nació en 1450 en el seno de una familia de conocidos pintores. A la muerte de su padre, su hermano mayor Goosen heredó el taller familiar y el derecho, en exclusiva, de usar el apellido familiar en todas sus obras. Por ello, Jeroen decidió organizar su propio taller.

Sobre 1480 obtuvo el título de maestro. Imprescindible en aquella época para trabajar de forma independiente. Debido a su talento, los encargos pronto le fueron numerosos. Siendo uno de los más importantes, pintar para Felipe I (Rey de España) el Juicio Final.

Su estilo recogía los fantasmas de los años finales de la Edad Media. En los que la salvación tras la muerte era la gran obsesión. Y todas sus obras poseían un enigmático y oscuro significado. Tanto, que acabó rodeado de un halo de misticismo y oscurantismo. Creándose entorno suyo una leyenda negra que le perseguiría hasta sus últimos días. Su temática favorita era la debilidad humana y como el hombre cedía a las tentaciones. Además, todos sus cuadros estaban impregnados de un sentido del humor burlesco y cruel.

La presencia continua del pecado, la brujería, el erotismo, seres monstruosos y la amenaza del infierno, eran la base de sus lienzos. Lienzos, que por otra parte ilustraban complejos temas religiosos, adornados por una imaginación desmesurada. A lo largo de toda su vida El Bosco prácticamente sólo pintó obras religiosas. En ellas siempre presentaba un mundo enfangado que se revolcaba en el pecado, sin esperanza alguna de salvación.

Observando su obra se le podría identificar como el precursor del surrealismo. Y nada más lejos de la realidad, al menos, en mi opinión. Pues tan solo o tan mucho, es recogedora de la visión pecadora y mezquina que El Bosco tenia de la sociedad de su tiempo. Sin olvidar la influencia que ejercieron sus fantasmas internos en su vida y obra.


Aquí os dejo algunos ejemplos de su obra (Hacer click en las imagenes para verlas en detalle... Estoy tratando de solucionar un problema por que no salen grandes...).

Tabla central (solía pintar trípticos) de El juicio final

El jardín de las delicias