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No me gusta ir de chulo ni fardar, pero hoy me toca presumir. Ana Belio me ha dedicado por sorpresa una entrada en su blog. Me ha hecho mucha ilusión, y además, me ha dado fuerzas para seguir con el blog por mucho tiempo. Cosa que estaba en duda, por que me planteaba cerrarlo.

Aquí su entrada.

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Doce

12 miradas, 12 meses, 12 silencios; una docena de sonrisas, casi un año de lecturas.

12 apóstoles, 12 recuerdos, 12 tristezas cada una enredada en 12 lágrimas, y todo ello, al lado de Miguelo.

12 miradas sin rumbo fijo, perdidas entre los cuatro puntos cardinales, con las cuatro estaciones de Vivaldi, incluso con los cuatro años que está a punto de cumplir mi niña.

12 gracias por hacerme sonreír, 12 bitácoras que ahora te dedico a ti, 12 flores en octubre, 12 meses más que deseo leerte, y 12 besos que te mando entre vocal y consonante.

-Volvió a su escritorio, empezó a leer, derramó alguna lágrima al sentir estrofas de amor, soñó despierto mientras se dejaba acariciar por la vida, y como siempre, volvió a sonreír cuando imaginaba 12 miradas distintas.

Esas 12 miradas, tenían la belleza de lo que no se ve, de lo que siente a través de la pantalla, del amigo cercano que crece en la distancia, del cariño que sientes hacia unos ojos que nunca has visto, pero eso da igual, él, guarda 12 miradas para todos/as.

En algún momento creo que mencioné dedicarte mi bitácora 12, y lo hago con placer y cariño. Te doy las gracias por tus comentarios, por tu humor intenso y bien llevado, y me alegro haberte encontrado.

Sirva también esta entrada para que te conozcan los lectores/as, que nunca hayan ido a tu blog

A Miguelo, con cariño; admiro tu sentido del humor, por eso y porque a mí, no es fácil hacerme reír.

Te aprecio mucho.

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Gracias, Ana. MUAK