Últimamente tengo esto bastante desatendido. Pero es que me da una pereza bárbara visitar blogs, actualizar el mío y pensar en futuras entradas. Solo os digo que ayer estuve a punto de borrar el blog. Así que he decidido tomarme unas mini-vacaciones blogeriles hasta el 2 de Noviembre.
¿Por qué esta apatía? Pues porque estoy cansado de todo. Y nada animado en general. Las cosas no marchan como quisiera. Por un lado, no sale ningún trabajo. Y de donde me llaman, en todos me acabarían mandando a países de mierda. Por otro lado, mi madre está mal con la tensión. Mi abuela dando por saco todo el día. Y mi padre fastidiado de las rodillas, aunque se lo calla.

Para acabar de tocar las narices, están de obras en mi bloque. Y desde las 9 de la mañana los albañiles no dejan de martillear. Con los amigos todo bien. Quedamos, lo pasamos bien y todo eso. Aunque no les he comentado nada porque no me gusta hablar de esas cosas. Bueno, a una amiga si le dejé caer algo en un correo. Pero parece que le ha importado más bien poco.

Aún con todo, trato de poner buena cara. Pero no siempre se consigue. Sin ir más lejos, esta mañana me ha dicho mi madre: “¿Pero qué te pasa? Alegra esa cara.”
... Bueno, lo dejo aquí, me canso de escribir.

Bye.