Hasta la vista baby

Quantum of solace… ¡Me gusta ese título! ¿Sabéis lo que significa? ¿No? Os cuento. El quantum of solace es ese trocito de corazón que se nos muere cuando un amor no es correspondido. Que bonito y triste a la vez. ¿Verdad? Pero realmente esto es lo que sucede.

Esta noche he tratado de escribir una entrada simpática y graciosa, pero me ha sido imposible. Imposible del todo. No soy capaz de escribir nada que pueda arrancar ni media sonrisa.

Lo más grave es que esto lleva tiempo repitiéndose. Y contando con que este blog nació para robaros sonrisas y no para contaros mis penas… ¿que sentido tiene seguir?... Ahora mismo no se lo encuentro. Por tanto, toca bajar la persiana.

De todas formas esto no supone la muerte de 12miradas. Es tan solo un ‘hasta luego’. Por que he decidido tomarme un par de semanas de vacaciones. Puede que se alarguen o puede que mañana vuelva de nuevo, quien sabe.

Lo cierto es que hoy por hoy ni me apetece escribir ni estoy con ánimo. Mi corazoncito está herido y no hay tirita que lo cure. Así que acabo de decidir mandarlo todo a la m…

Una vez este blog fue poderoso. Cada entrada tenía más de cien comentarios. Sin embargo, poco a poco fue desinchándose y yo con él. Por eso, antes de que acabe cayendo en el olvido más absoluto y muriendo junto con mis sueños, le daré un descanso.

Descanse en paz...

Abrazos y besos para tod@s. Que cada uno elija lo que prefiera, yo ahí os los dejo.

Historieta

Cuenta la historia que en un pequeño pueblo,
un grupo de personas se divertian con el tonto del lugar,
un pobre infeliz de poca inteligencia.

Diariamente algunos hombres llevaban al tonto al bar donde
se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una
de tamaño grande de 40 reales y otra de menor tamaño, pero
de 200 reales.

Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era
motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el
inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía
no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos
y este le respondió:

- Lo sé, no soy tan tonto, vale cinco veces menos, pero el
día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar
más mi moneda.

100 !!!

Woo woooo woooooooo… entrada número 100. Quién me iba a decir que aguantaría tanto. El primer sorprendido, yo! Empecé el 21 de noviembre del año pasado. Casi un año con 12 miradas. Cuanto tiempo… cuantas historias…

No prometo llegar a las doscientas entradas y aun menos a las mil. Pero prometo, prometer intentarlo. Así que intuyo que tendréis miradas para rato.

...

Recuerdo como el martes pasado mientras esperaba el bus, pensaba en lo mierdas que eran mis días. Todos son igual de aburridos y grises. No me gustan nada. Duermo fatal y le meto tantas horas al cabo del día al proyecto que me voy a ir de la cabeza. Con este sentimiento llevo un día tras otro desde hace un mes.

Sin embargo, hoy lo veo todo distinto. No me importa el frió, los martillazos del vecino a las 8:30, ni mi interminable lucha con los planos de distribución. Me he levantado feliz y contento. ¿Por qué? Pues por que esta semana he estado tres veces con la niña de mis ojos.

Martes, Jueves y Viernes. Tres breves encuentros. Como tres eran los tristes tigres, los mosqueteros y los cerditos...

¿Verdad que soy idiota? ¡Lo sé! Pero no lo puedo evitar. Sé que no le gusto. Que nunca le gustaré. Que le da igual verme que no. Pero sigue haciéndome feliz el mero hecho de tenerla cerca.

También sé, aunque prefiero no pensar en ello, que si nos vemos es porque compartimos obligaciones y que cuando estas terminen no nos veremos más. Lo que no sé, es lo que tengo que no le gusta o lo que busca y no tengo. Quien sabe…

Que curioso... Este último párrafo me acaba de recordar la estrofa de una canción que dice ‘…¿por que sigo el camino si ya murió el destino?…’

No soy especialmente guapo ni simpático, soy un chico normal. Con mis virtudes y mis defectos, como todos, ni más ni menos. Y no es por hacerme el chulo ni nada de eso, por que no me conocéis y no ganaría nada, pero si quisiera podría estar saliendo con alguna que otra. Pero el caso es que ninguna me hace ‘tilin’ como ella. Y con esto último paso de idiota a tonto de remate…

Pero bueno… aún con todo, hoy, soy feliz. Es sábado, he quedado con los amigos y mañana también. Menos mal que estas cosas no las hablo con nadie. Por que si mis amigos se enteraran de lo tonto que soy me darían dos hostias. ¡Y bien dadas que estarían! Quizás así se me iría la tontería.

Esceptico

Una dirección, dos sentidos. Esto es lo primero que enseñan en las autoescuelas. ¡Que triste! ¿Por qué la gente los confunde? ¿Qué dificultad le encuentran?

En cierto sentido, la vida también es una dirección con dos sentidos. Todo tiene comienzo y final. Y según se jueguen las cartas el final será feliz o triste.

El filósofo Epicuro, predicaba algo parecido a que ‘debemos alejar de nosotros todo cuanto nos hace sufrir y abrazar aquello que nos da placer’. Sabias palabras… pero que difícil resulta hacerlo… y más si es relativo al corazón.

La verdad es que Epicuro, entre bacanal y bacanal, decía muchas cosas. Lógico que en alguna acertase. Pero si en algo de lo que dijo puedo estar de acuerdo es en esto:

«¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque ni lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan de nosotros»

Y en esto otro:

«¿Dios está dispuesto a prevenir la maldad pero no puede? Entonces no es omnipotente. ¿No está dispuesto a prevenir la maldad, aunque podría hacerlo? Entonces es perverso. ¿Está dispuesto a prevenirla y además puede hacerlo? Si es así, ¿por qué hay maldad en el mundo? ¿No será que no está dispuesto a prevenirla ni tampoco puede hacerlo? Entonces, ¿para qué lo llamamos Dios?»

Por lo que sea, Epicuro estaba molesto con los dioses. Quizás les pidió algo y no se lo concedieron… quien sabe.

Personalmente dudo de la existencia de ningún Dios. Y si lo hay, simplemente nos ha dejado por imposibles o está de vacaciones. Cosa que comprendería. Poneos en su lugar.

Si ya es difícil contentar a alguien, imaginaos satisfacer a millones y millones de personas que constantemente os están pidiendo cosas a cual mas estúpida y egoísta.

Lo que me extraña es que todavía no haya acabado arto de nosotros y nos haya mandado a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Guerra, Hambre, Enfermedad y Muerte… ¡Joder! ¡Si ya están aquí!